viernes, 13 de diciembre de 2013

No estés triste


No estés triste: ¡enójate! Enojo y tristeza son lo mismo. 


La tristeza es enojo pasivo y el enojo es tristeza activa. Es difícil que una persona triste se enoje. Si puedes hacer enojar a una persona triste, su tristeza desaparecerá inmediatamente. También es muy difícil para una persona enojada entristecerse. Si logras entristecerlo, su enojo desaparecerá de inmediato. 


En todas nuestras emociones se guarda la polaridad básica, (hombre y mujer, yin y yang, masculino y femenino). El enojo es masculino y la tristeza es femenina. 

Si estás en sinfonía con la tristeza es difícil pasar al enojo, pero me gustaría que lo hicieras. 
Sácalo, actúalo. Incluso si parece absurdo, no importa: ¡sé un bufón ante tus propios ojos pero sácalo! 

Si puedes mantenerte entre el enojo y la tristeza, ambos se vuelven igual de sencillos. 


Experimentarás una trascendencia y entonces serás capaz de observar. Puedes estar detrás de las cámaras y ver el juego y así puedes ir más allá de ambos. De cualquier manera, primero tienes que moverte con facilidad entre esos dos; de otra manera tenderás a estar triste, y cuando uno está pesado la trascendencia es difícil. 

Recuerda: cuando dos energías opuestas están distribuidas equitativamente, es muy fácil liberarse de su influencia porque están peleando y cancelándose entre sí y tú no estás atrapado por ninguna. Si tu tristeza y tu enojo tienen la misma fuerza, se cancelan entre sí. De repente eres libre y puedes escapar. Sin embargo, si la tristeza tiene el setenta por ciento y el enojo el treinta, es muy difícil. Treinta por ciento de enojo contra setenta de tristeza significa que quedará un cuarenta por ciento de tristeza; no serás capaz de escapar con facilidad. Ese cuarenta por ciento te atrapará. 

Ésta es una de las leyes básicas de la energía interna: permitir siempre que las polaridades opuestas tengan la misma fuerza para poder escapar de ellas. Es como si dos personas están peleándose y tú puedes escapar. Están tan ocupados consigo mismos que no necesitas preocuparte y puedes escapar. No inmiscuyas a la mente. Sólo vuélvelo un ejercicio. Puedes convertirlo en un ejercicio diario, olvídate de esperar a que llegue.


Tendrás que enojarte a diario, eso será más fácil. Entonces brinca, da vueltas; grita y sácalo. Una vez que lo hayas sacado sin razón, estarás muy feliz porque tendrás libertad. De otra forma el enojo es dominado por las situaciones, tú no lo manejas. Si no puedes traerlo, ¿cómo vas a poder hacerlo a un lado?

En un principio parece un poco raro, extraño o increíble, pues siempre has creído en la teoría de que es el insulto de otra persona lo que ha creado tu enojo. Eso no es verdad. El enojo siempre ha estado ahí; simplemente alguien te ha dado una excusa para que salga. Tú puedes darte una excusa: imagínate una situación en la que te enojarías y enójate.
Háblale a la pared y di cosas, y pronto la pared te estará hablando! Enloquece completamente. Tienes que llevar el enojo y la tristeza a un nivel similar, donde estén proporcionados exactamente. Se cancelarán entre sí y tú podrás escapar.

George Gurdjieff lo llamaba el método del tramposo: llevar a las energías internas a un conflicto tal que luchen entre sí y se cancelen, de manera que uno tenga la oportunidad de escapar. Osho



1 comentario:

  1. A cambio de estar triste y enojado; elijo estar Feliz, Contento y plenamente Alegre!!!

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