jueves, 10 de noviembre de 2016

Quieres Salvar al Planeta?


Un estudio reciente desarrollado por diversas organizaciones internacionales, demuestra cómo en los últimos 30 años, alrededor del 30% de las regiones naturales del planeta se han venido deteriorando en forma alarmante, período durante el cual se ha incrementado la presión humana sobre los recursos naturales y el ambiente hasta en un 50%.  Lamentablemente vemos como se están acabando los recursos naturales del Planeta debido a la ambición humana que no le importa el daño que cause con tal de conseguir lo que ansía. Muchos hemos tenido esa fantasía de querer salvar al Planeta... quién a caso no ha estado, o está aún, en grupos de Ecología, Medio Ambiente, Anti Fracking...etc...etc... Yo también hace mucho tiempo participé en manifestaciones, marchas, petitorios...etc...etc.... hasta que... 

Desperté, y ahí me dí cuenta de que nada de eso sirve, que es inútil, de nada sirven las marchas, pintadas, manifestaciones ni pancartas, solo generar más y más violencia, más y más desafíos y quienes tienen el poder en sus manos los demuestren con más fuerza y colocan más papeleras y más pozos petroleros.... o acaso no es así? No se puede cambiar al otro, eso lo tengo muy presente, solo podemos cambiarnos a nosotros mismos, y a nadie más, si no está en el nivel de Conciencia del otro nada sucederá, no habrá cambios ni por más esfuerzo que pongamos lo convenceremos. Me gustó mucho el enfoque que le da Osho a este tema en uno de sus libros que estoy leyendo y por eso lo comparto, me gustaría también saber tu opinión después de que lo leas, para ver otros puntos de vista. Osho desarrolla el tema en forma impecable, como siempre, aunque algunas historias no las comparto, ya que son solo inventos del hombre con el fin de controlar y dominar, pero entiendo que las relata porque sirven de ejemplo para entender en forma más concreta.. 




....¡Osho, siento una gran desesperación por salvar este increíble y hermoso planeta, y estoy aterrado porque las posibilidades en nuestra contra parecen altísimas y me siento demasiado insignificante e impotente para hacer algo!
¿Hay algo que se pueda hacer?
Entiendo tu desesperación, tu impotencia. Es probable que así se sienta cualquier ser humano consciente de la crisis actual. Pero no eres consciente de un gran poder: la destrucción pertenece a una categoría baja de poder, la creación pertenece a una categoría alta de poder. La destrucción nace del odio, la creación nace del amor.
Has visto adónde puede conducir el odio a la humanidad, a su suicidio final, pero no has visto la posibilidad de que el amor, creciendo a su altura, simplemente, puede evitar que esta crisis se produzca. Nadie es insignificante, porque todo el mundo tiene corazón, amor y sensibilidad y conciencia, y puede llegar hasta la cima suprema de la existencia. Si un solo individuo puede evitar esta gran crisis, ¿qué decir de millones de personas llenas de amor, alegría y silencio?
Recuerdo una historia del Antiguo Testamento que trata de dos ciudades, Sodoma y Gomorra. En estas ciudades, la gente se había vuelto totalmente pervertida; prevalecía toda clase de perversión. La historia es muy hermosa; te dará valor, hará desaparecer tu desesperación. Te hará levantarte como individuo, representante de la vida y el amor, que no pueden ser destruidos por ningún arma nuclear ni por ningún político. Ni siquiera Dios pudo destruir Sodoma y Gomorra.
Debo recordarte que según la versión del Antiguo Testamento, sí destruyó las ciudades. Era imposible que esas personas cambiaran; se habían habituado demasiado a las conductas perversas. Pero hay otra versión de la historia que toma un giro muy especial, y ése es el punto que quiero destacar. En las religiones judaicas existe una pequeña corriente de rebeldes, revolucionarios llamados hassids. No son reconocidos por la ortodoxia, porque son contrarios a todo lo ortodoxo, a una tradición que no le resulta atractiva al corazón humano, a la razón, a la sensibilidad, a la conciencia. Ellos escribieron su propia historia.
Según su historia, había un hombre, un hassid, un místico, que vivía seis meses en Gomorra y seis meses en Sodoma. Este hombre se acercó a Dios y le preguntó:
—¿Tienes en cuenta la posibilidad de que quizá haya cien personas absolutamente naturales y sabias en esas dos enormes ciudades? ¿Vas a destruirlos a ellos también, porque los demás sean pervertidos? Eso sería una gran injusticia, pura injusticia, y una deshonra para ti. ¡Así que reconsidéralo! Dios no había pensado en la posibilidad de que en esas dos grandes ciudades, casi como Hiroshima y Nagasaki, podría haber cien personas inteligentes, naturales, alertas. Ellos también serían destruidos, y eso no sería propio de la divinidad de Dios, sería muy desconsiderado por su parte. Así que respondió:
—Si puedes demostrar que hay cien personas buenas, no destruiré esas dos ciudades.
El hassid planteó:
—Y si sólo hubiera cincuenta, ¿destruirías las ciudades?
El místico hassid pilló a Dios con la guardia baja, que le contestó:
—Aunque encuentres cincuenta...
Y el místico insistió:
—¿Y si sólo hubiera veinticinco? ¿Qué más da? ¿Te preocupa la cantidad, o la calidad? ¿Qué es lo importante para ti, el número o la calidad?
Dios dijo:
—Por supuesto, la calidad.
Y el hassid continuó:
—Si lo que importa es la calidad, para ser sincero, yo soy el único hombre no pervertido, que lleva una vida feliz y natural. Pero vivo seis meses en Gomorra y seis meses en Sodoma. ¿Vas a destruir esas dos ciudades?
Dios nunca se había encontrado con una persona tan hábil. Le había rebajado de cien a uno. ¡Sólo un judío puede hacer eso! Saben regatear, y él regateó. En la versión ortodoxa de la historia, Dios destruye esas dos ciudades; pero en la versión del místico, no. Las ciudades se salvan, porque Dios no puede destruir ni a una sola persona de calidad, ni a una sola persona de sabiduría, únicamente porque el resto de la gente sea perversa. Es necesario estar alerta. No hace falta sentirse desesperado ni aterrado. Si un hombre pudo persuadir a la existencia de que proteja dos ciudades, aquí, entre nosotros, hay miles de hassids. Cada sannyasin es un hassid. La existencia no puede permitir que unos cuantos políticos idiotas destruyan este mundo.
Pero eso no significa que tengas que quedarte callado. Debes crear una gran atmósfera de amor en torno a ti mismo, te protegerá. Y debes aprender a bailar y cantar. Deja que los políticos se enteren de que este mundo está lleno de gente hermosa; tantas  canciones, tanta música, tanta creatividad y tantas personas meditando..., se lo volverán a pensar.
Por nuestra parte, no necesitamos armas nucleares más grandes para parar la guerra; ése es el problema. Necesitamos algo completamente distinto. El amor proporcionará la energía, la meditación te brindará una fuerza enorme. Y no te sentirás tan insignificante, te sentirás dignificado e importante, porque tu amor, meditación y felicidad salvarán al mundo.
Y no te preocupes por ser impotente para hacer algo. La idea de la impotencia ha surgido porque nunca te han informado de los recursos de que dispones: tu amor, silencio, paz, compasión, alegría. Nunca te has fijado en toda esta inagotable potencialidad de tu ser. Y si miles de personas florecen en amor, música y danza, y toda la tierra se convierte en una celebración, ningún político chiflado destruirá este mundo. Se sentirá impotente; se sentirá culpable si destruye a una gente y a un planeta tan hermosos.
Me preguntas: «¿Hay algo que se pueda hacer?». Tu amor, silencio y alegría son suficientes. No se precisa nada más; más te mantendría preocupado sin necesidad. Y la preocupación es como una mecedora: ¡te mantiene en movimiento pero no te lleva a ninguna parte! No hace falta preocuparse ni sentirse desesperado, impotente. Unos pocos idiotas han preparado la muerte del planeta; hay millones de personas inteligentes que pueden evitarlo con su amor, alegría, belleza y éxtasis. Esas experiencias son mucho más poderosas; porque la energía
atómica, o energía nuclear, forma parte del mundo material. Es la explosión del átomo, la partícula de materia más ínfima, más pequeña.
Todavía no entendemos que la naturaleza mantiene un perfecto equilibrio. Si la explosión de un pequeño átomo puede causar tanta destrucción... ¿Alguna vez has pensado en un átomo viviente de tu ser y su explosión? Eso es, en otras palabras, lo que llamamos iluminación. No es otra cosa que la explosión de tu ser en luz. Y luego, de repente, tienes un poder mucho más elevado y superior. Que no necesita luchar con lo inferior, su mera presencia lo convierte en impotente.
No se ha intentado a gran escala, sólo de vez en cuando. Pero, sin duda, esos escasos ejemplos son una prueba de que si se consigue, cada ser humano puede ser una explosión de conciencia, que es una energía muy superior, y hacer completamente impotentes y culpables a las armas nucleares y a todos los que las tienen. Unos pocos ejemplos te ayudarán. Parece que no son reales por su rareza, porque no mucha gente lo ha logrado.

Un seguidor de Gautama Buda, Devadutta —su  propio primo—, estaba celoso de la inmensa gloria, la imponente presencia y el impacto que Gautama Buda causaba en la gente. Nunca quienes lo visitaban se iban igual. Algo cambiaba en su propio ser. Buda plantaba una semilla; el hombre regresaría a su debido tiempo, cuando las nubes dejasen caer sus primeras lluvias. Pero eso era invisible para el ciego Devadutta, no ciego física sino espiritualmente. No podía entender qué ocurría. Él era tan esbelto como Gautama Buda, su propio primo, tan educado, tan culto en las artes de aquellos tiempos. No veía que Gautama Buda fuese superior a él en nada, porque era incapaz de sentir el aroma superior que rodeaba a Gautama Buda.
Finalmente, le dijo:
—Me gustaría ser declarado tu sucesor.
—Me sucederá quien sea capaz de hacerlo —contestó Buda—, no lo designaré yo. Y, en todo caso, todavía estoy vivo, en la plenitud de mi vida. ¡Y elegir no va conmigo! ¿Quién soy yo para elegir un sucesor?
La propia existencia elegirá. Devadutta se sintió tan dolido que abandonó la comuna y llevó a cabo varios atentados contra la vida de Gautama Buda. Esos atentados parecen de ficción, porque no conocemos el poder del amor, de la conciencia, de la belleza del éxtasis y su gran capacidad para proteger.
Buda solía meditar sobre una pequeña roca a los  pies de una enorme montaña. Devadutta intentó hacer caer una roca encima de Gautama Buda, para que lo matara y no se pudiese acusar a nadie, ni siquiera se sospecharía que alguien lo hubiese matado. La roca bajaba por la montaña y los presentes se sorprendieron, no podían creer que estuviese ocurriendo: justo a medio metro de Buda, la roca se detuvo, cambió de dirección, apartándose de él. Luego, siguió cayendo. La piedra se comportó de un modo muy extraño; nadie podía creer que la piedra hiciese eso. Hasta Devadutta estaba perplejo. Devadutta era rey de un pequeño reino, y tenía un peligroso elefante loco. El elefante siempre estaba encadenado en una jaula porque mataba a la gente. Devadutta vio otra oportunidad. Llevaron al elefante cerca de Buda y lo soltaron. Corrió hacia Gautama Buda, como lo hubiese hecho hacia cualquiera. Pero cuando estaba cerca, se detuvo de repente y, con lágrimas en los ojos, se inclinó ante Gautama Buda y tocó sus pies con la cabeza. Nadie podía creer que un elefante loco..., ¿cómo supo distinguir? ¡Pero los ciegos son ciegos! Devadutta no podía ver lo que la roca y el elefante loco vieron; una sutil e invisible aura de amor.


Si hay millones de personas llenas de amor y meditación no hay por qué sentirse desesperado o impotente. La naturaleza te ha dado un enorme poder capaz de anular cualquier arma nuclear.  Y eso es lo que estoy intentando hacer: preparándoos para amar de manera incondicional; para la amistad incluso con desconocidos; para que abandonéis vuestras religiones organizadas, porque generan conflicto; para que abandonéis incluso la pertenencia a vuestras naciones. Formalmente, tendréis que llevar su pasaporte, pero eso es sólo una formalidad. En el fondo de tu ser no deberías ser hindú ni indio, no deberías ser alemán ni cristiano. Si esta ola se expande, y tengo toda esperanza de que lo hará, puedes olvidarte por completo de la tercera guerra mundial; la segunda fue la última. 
La tercera sólo será posible si no hay suficiente amor y energía meditativa que la impida... 


OSHO Poder, política y cambio. Vol.IV

"Si en nuestro hogar comenzáramos a generar basura en forma incontrolada, producir ruidos intensos, quemar papeles y demás sustancias que deterioren nuestro aire, agotar el agua y los alimentos y además nos hacinamos... fácilmente podríamos mudarnos de casa o apartamento", señala el Biólogo Diego Díaz Martín, Presidente de VITALIS. "Lo mismo estamos haciendo a escala global, con la única y gran diferencia que será muy difícil mudarnos del planeta", indicó.

Algunos de sus principales problemas

  • Reducción de la Capa* de Ozono, causado por contaminantes que son arrojados en la atmósfera, particularmente gases refrigerantes, CFCs
  • Lluvia Acida, causada por el dióxido de azufre de las industrias, afectando la composición del suelo y las aguas, afectando la vida sobre el planeta.
  • Basura, acumulándose en todos los espacios del planeta
  • Contaminación sónica, afectando a millones de personas, causando hipertensión arterial, ulceras, sordera, gastritis y hasta impotencia sexual.
  • Contaminación de los suelos, por toneladas de plaguicidas, residuos tóxicos y desechos petroleros y mineros.
  • Contaminación atmosférica, millones de vehículos aportan día a día toneladas de gases que deterioran la calidad del aire y lo hacen menos respirable.
  • Explosión demográfica. Cada día nacen alrededor de 250 mil niños en el mundo y cada año la población aumenta en 80 millones de seres humanos.
  • Deforestación. Cerca de 170 mil km2 de bosques desaparecen anualmente.
  • Extinción de Especies. Alrededor del 15% de las aves y del 25% de los mamíferos del planeta se encuentran amenazados
  • Tráfico de Especies, convertido en el tercer negocio más lucrativo del mundo, ha acabado con miles de especies animales y vegetales.
  • Contaminación de las aguas, por un manejo inadecuado de los desechos, aguas servidas, plaguicidas y fertilizantes.
  • Desertificación, buena parte del planeta comienza a transformarse en desiertos, con el subsiguiente agotamiento de los recursos que incide en las probabilidades de obtener alimentos nutritivos.

Cambiemos Cada Uno de nosotros y así cambiará la sociedad también.

♥ El cambio Comienza por Mi ♥




1 comentario:

  1. Muy buen punto de vista amiga violeta, y ¡Excelente la presentación de tu página! Por aquí te dejo una propuesta con la que estoy trabajando, y espero sea de tu agrado.

    OTRA MANERA DE SALVAR AL MUNDO
    Si eres administrador o visitante de este sitio, posiblemente te encuentras entre quienes, por vocación, se ocupan de buscar soluciones a los problemas ambientales y sociales de nuestras comunidades. Tal vez escribes o haces películas sobre el tema, o participas en algún proyecto o grupo de presión u opinión. Tu labor es fundamental para la difusión de ideas y la toma de decisiones. No obstante todas esas buenas acciones, el deterioro del ecosistema y la conflictividad humana siguen aumentando peligrosamente. Nosotros queremos dar nuestro aporte con una idea novedosa que pensamos pudiera contribuir a acelerar la implementación de cambios esenciales para prevenir el colapso de la humanidad, científicamente pronosticado.
    Se trata de diseñar una ciudad ideal, la cual posea todas las características de infraestructura y organización correspondientes a la sociedad sostenible que deseamos para nosotros y nuestros descendientes. Esta urbe, presentada en forma de maquetas, series animadas, largometrajes, video juegos y parques temáticos a escala real, serviría de modelo a seguir para generar cambios positivos en nuestros asentamientos humanos a escala global.
    Creemos que es indispensable dar más importancia a la presentación de modelos perceptibles por los sentidos, lo cual puede generar un impacto mucho mayor que la teoría por sí sola.
    Te advertimos que el modelo de sociedad que tenemos en mente difiere radicalmente, en algunos aspectos cruciales, del tipo de organización humana al que nos hemos acostumbrado durante siglos, pero estamos seguros de que solo cortando de raíz unas cuantas malas costumbres instauradas a fuerza de la manipulación de sectores económicos, religiosos y políticos, podríamos tener alguna esperanza de futuro.
    Si te interesa este proyecto, te esperamos en nuestro sitio web https://elmundofelizdelfuturo.blogspot.com/
    donde estamos trabajando en ese sentido.
    Atentamente, César Emilio Valdivieso París

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