Eres camello, león o niño? Tal vez aún seamos un poco de uno o de otro, a veces según las circunstancias, aunque creo que tenemos muy definido si pertenecemos más a uno de los tres.
Nietzsche (a través de la figura de Zaratustra) presenta al superhombre como el fruto de tres transformaciones del espíritu.
Nietzsche (a través de la figura de Zaratustra) presenta al superhombre como el fruto de tres transformaciones del espíritu.
Cómo el espíritu se convierte en camello, cómo el camello se convierte en león y cómo el león se convierte en niño.
El camello simboliza a los que se contentan con obedecer ciegamente. Sólo tienen que arrodillarse y recibir la carga, soportar las obligaciones sociales, obedecer sin más a los valores que se presentan como creencias.
El camello que quiere ser más se transforma en león, el león no tolera que nadie le toque ni se inclina ante nadie para ser cargado. Simboliza por tanto al ser humano liberado de las cargas morales y sociales. Representa el gran negador, el nihilista que rechaza todos los valores tradicionales. Su poder se consuma y agota en el esfuerzo por la rebelión; en sí mismo aún hay mucha resistencia y rigidez, no hay verdadera soltura del querer creador, no ha llegado a sí mismo, a su propia riqueza de vida.
Pero también el león tienen necesidad de transformarse en niño, superar su autosuficiencia para poder vivir libre prejuicios y crear una nueva tabla de valores. El niño es inocente y es juego, pero también es creador. Sólo el niño consigue la espontaneidad de lo vivo. Está libre de prejuicios y puede crear nuevos valores. El Juego de crear y decir sí a la vida, a lo que le rodea y a lo que está por llegar.
Con la imagen del niño, Nietzsche está describiendo la moral del Superhombre, que se convierte en un arte de la vida. Un arte capaz de transformar la vida para ser algo digno de ser vivido y amado.
En el tarot de Osho Zen encontramos el mismo principio. Esta carta describe la evolución de la consciencia, tal como lo desarrolla Friedrich Niestzsche en Así habló Zaratustra.
10. RENACER
En el Zen, tú vienes de la nada y estás yendo a la nada. Tú estás en el aquí, ahora. Ni vas ni vienes. Todo pasa a través tuyo: tu conciencia lo refleja pero no se identifica. Cuando un león ruge frente a un espejo, ¿piensas que es el espejo el que ruge? O, cuando el león se ha ido y llega un niño bailando, el espejo se olvida completamente del león y empieza a danzar con el niño, ¿piensas que el espejo danza con el niño? El espejo no hace nada: Simplemente refleja.Tu conciencia es únicamente un espejo. Ni vienes ni vas. Las cosas van y vienen.Te vuelves joven, te vuelves viejo; estás vivo, estás muerto. Todos estos estados son simples reflejos en un remanso eterno de conciencia.
Osho Osho Live Zen, Volume, 2 Chapter 16
Comentario:
Esta carta describe la evolución de la conciencia, tal como lo desarrolla Friedrich Nietzsche en su libro, "Así habló Zaratustra". En él habla de tres niveles: el camello, el león y el niño. El camello está adormecido, es soso, conformista. Vive engañado pensando que es la cumbre de una montaña, cuando en realidad está tan preocupado por la opinión de otros, que difícilmente tiene energía propia. Emergiendo del camello está el león. Cuando nos damos cuenta de que hemos estado desperdiciando la vida, empezamos a decir no a las demandas de otros. Nos salimos de la multitud, solos y orgullosos, rugiendo nuestra verdad. Pero este no es el final. Al final emerge el niño; no es rebelde ni conformista sino inocente, espontáneo y acorde con su propio ser. Sea cual sea el espacio en el que estás ahora mismo. soñoliento y deprimido, o rugiente y rebelde, sé consciente de que esto se transforma en algo nuevo, si lo permites. Es una época de crecimiento y cambio.
Osho en "El libro de la Comprensión lo define de esta manera...
"Todo tiene su tiempo. En la primera época todos deben ser camellos, diciendo sí, creyendo en lo que digan, asimilando y digiriendo. Es el principio de la jornada.
La segunda etapa es difícil. La primera te la dio la sociedad; por eso hay millones de camellos y pocos leones. La sociedad te deja al convertirte en un camello perfecto. Más allá de eso, la sociedad no puede hacer nada más por ti. Ahí termina su trabajo, y el de la escuela y la universidad. Te dejan como un camello perfecto, ¡con diploma y todo!
Recuerda que te vuelves león por ti mismo. Si no lo decides, nunca te convertirás en uno. Ese riesgo debe tomarse de forma individual. Es muy peligroso porque convirtiéndote en león, fastidiarás a los camellos que te rodean. Y ellos aman la paz; siempre están listos para comprometerte. No quieren ser molestados, tampoco que ocurran cosas nuevas en el mundo, porque las novedades incomodan. Están en contra de revolucionarios y rebeldes; y no por Sócrates y Cristo, quienes han traído grandes revoluciones. Los camellos temen tantas cosas pequeñas que resulta sorprendente.
Los leones no son bienvenidos. La sociedad crea todo tipo de dificultades para ellos porque perturban la comodidad de los camellos, molestan su sueño y les crean preocupaciones. Les crean el deseo de convertirse en leones, y ese es el verdadero problema...
El estado del león es la independencia, desobediencia y rebelión contra el otro y la autoridad, contra el dogma, la iglesia, el poder político y el Estado. ¡El león está en contra de todo! Quiere destrozar todo y crear de nuevo el mundo, más cercano a sus deseos. Tiene grandes sueños y utopías en su mente. Considera locos a los camellos, porque viven en el pasado y el león comienza a vivir en el futuro.
Se abre una gran brecha. El león anuncia el futuro, y sólo puede llegar a él si el pasado es destruido. Lo nuevo llega si lo viejo cesa de existir y deja espacio para lo nuevo. Así que hay una lucha constante entre el león y el camello, y los camellos son mayoría. El león surge de vez en cuando; es la excepción que confirma la regla...
El primer estado, el del camello, es inconsciente. El segundo, el del león, es subconsciente, un poco más elevado que el inconsciente. Han comenzado a llegar unos cuantos destellos de consciencia... Pero recuerda: el cambio de camello a león no es como el de león a niño...
La diferencia entre camello y león es grande, pero ambos existen en el mismo plano. El capullo permanece en un lugar; la oruga comienza a moverse, pero en la misma tierra. El movimiento ha nacido pero el plano es el mismo: que seas camello es un obsequio de la sociedad. Ser león es un regalo que tú misma te das. A menos que te ames a ti mismo, no serás capaz de serlo. A menos que desees convertirte en un individuo, único por derecho propio, no serás capaz de convertirte en león...
La tercera etapa es la del niño.
Escucha atentamente: la primera etapa la da la sociedad; la segunda, el individuo a sí mismo. La tercera sólo es posible si la oruga atrapa un destello de mariposa. ¿Cómo pensará la oruga que puede volar por sí misma, convertirse en algo alado? ¡No es posible! Es absurdo e ilógico...
Del camello al león hay una evolución. Del león al niño hay revolución...
El camello vive en el pasado, el león en el futuro.
El niño vive en el presente, aquí y ahora.
El camello es pre-mente; el león, mente; el niño, post-mente o no-mente...
El niño simplemente es: inefable, indefinible, misterio y maravilla.
El camello tiene memoria; el león, conocimiento, y el niño, sabiduría.
El camello es cristiano, hinduista, musulmán o teísta; el león, ateo; el niño, religioso... sólo una simple religiosidad, la cualidad del amor y de la inocencia".
OSHO, El libro de la comprensión. Trazando tu propio camino hacia la libertad
😏🐫🐆😃
En occidente en vez de camello decimos ovejas, o borregos,
obedecen ciegamente siguiendo a las masas...
Atrévete a liberarte de los mandatos y creencias y transfórmate,
ruge como león y disfruta la vida como un niño. 💜
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