miércoles, 9 de noviembre de 2016

👈 Culpar a los demás 👉


Es un tema de nunca acabar y que a diario podemos ver en las relaciones personales y cuando observamos a otros. También lo hicimos, es la forma en que aprendemos desde muy pequeños a que no nos castiguen y luego cuando adultos se sigue aplicando este método de culpar a otros para no asumir responsabilidades, para quedar bien, para no ser juzgados y lo que es peor aún cuando se culpa a otros para mantenerse en esa postura de la víctima, el "yo no soy, es el otro..."  


Hace unos días pasé por un momento en que "la pobre víctima" imploraba ayuda por lo que estaba padeciendo, y cuando le decimos que se haga cargo, que eso lo puede cambiar desde ella, se enojó y reaccionó muy ofendida eliminándonos de sus contactos. He vivido muchos episodios similares, antes, cuando bajaba la cabeza y aceptaba que yo tenía algo de culpa de lo que le pasaba al otro, todo acababa allí, ahora, si estoy segura de lo que hice yo y lo que hizo la otra persona, ya no callo, pero solo quien acepta sus errores y quiere cambiar es quien no culpa a los demás y se responsabiliza de los hechos.





Culpar a los demás y a las circunstancias es una forma fácil de no asumir la propia responsabilidad, una forma de disculparse frente a lo que ocurre. Pero también es la forma más eficaz de perder el control sobre la propia vida.

Muchas personas necesitan echarle la culpa a los demás y/o a las circunstancias, porque al sentirse víctimas también justifican lo que les ocurre. Así no necesitan hacer nada, y les basta con quejarse y esperar, como si eso fuera suficiente.



Muchos son habitualmente negativos, todo lo ven mal, solo perciben injusticia y pobreza a su alrededor. Su mente vive en el pasado, enfocada en la vergüenza, en la culpa o en la pena. Su presente lleno de ruido permanece en la inconsciencia, cuando tienen un momento para pensar en si mismos, los envuelve la desesperanza. Su mente experimenta la ausencia de luz y la depresión.



Desde ese terrible estado deciden y crean su futuro, que por supuesto solo contiene preocupación y miedo. Su frecuencia vibratoria tremendamente baja, se sintoniza con otros que mantienen estados similares, lo que amplifica y refuerza por resonancia su negatividad.

Nunca miran hacia adentro, su mente permanece enfocada en el exterior, que siempre ven oscuro y amenazador, porque su realidad es un espejo que refleja su interior. No creen tener nada que agradecer, solo quejas o súplicas mantienen una muy lejana y esporádica relación con la divinidad, culpando al los demás quedan fuera de juego, a merced de lo que pueda pasar, sin capacidad ninguna para manejarse.

Por supuesto lo que atraen a su vida es igual de negativo, conflictos y dificultades, pobreza, soledad y enfermedad. Y cuando todo esto se manifiesta no lo reconocen como una creación propia, no se dan cuenta que viven atrayendo sus preocupaciones y solidificando sus miedos. Rechazan lo que les sucede, se sienten víctimas inocentes, sin responsabilidad alguna sobre la realidad que crearon. Buscan entonces a quien culpar, alguien que tiene la culpa de lo que les sucede. Seguramente alguna relación cercana, la pareja, un hijo o alguien más lejano en la sociedad, el gobernador, el presidente o el mismísimo Dios, de quien creen recibir un castigo injusto, aunque esto último es muy remoto que suceda, ya que no se animan a "pecar" y temen el castigo divino que les han inculcado en sus creencias a las cuales se aferran, lo que pondrán de disculpa es que es su karma, o su cruz, según la religión que profesen en ese momento...


Al culpar y no asumir su responsabilidad, se convierten en víctimas. Se convencen a si mismos que no tienen ningún poder, que el poder lo tiene su victimario. Utilizan su poder para auto-hipnotizarse y creer que no tienen ningún poder. Lo que los deja impotentes a merced de las circunstancias, en el terrible predicamento de tener que convencer a su victimario que cambie su conducta y les permita ser feliz.

Además, al convertirse en víctimas se encadenan al sufrimiento que los rodea. ¿Si otro es el responsable de su sufrimiento, porque van a examinar su propia conducta?. Esto les impide reflexionar sobre las decisiones equivocadas que tomaron, no pueden percibir que la causa de su sufrimiento está en su propia mente. No pueden detectar la falsa creencia, la conducta ácida y reactiva, el hábito auto destructivo o la falsa identidad que fundamentaron sus racionamientos equivocados, falsos, los que siempre les generan sufrimiento y les atraen dificultades, conflictos y problemas.

Además todos sus características negativas permanecen intactas en su mente, lo que hace que el universo entero por sincronicidad, les repita eventos similares a los que les generaron el sufrimiento que experimentan, pero cada vez más intensos. Busca de esa manera darles otras oportunidades para encontrar esas causas en su mente, para que al hacerlo las trasciendan, modifiquen su conducta, borren la falsa creencia y se produzca la evolución de su consciencia.


Sin embargo pueden continuar empeñados en ser víctimas, en ese caso siguen repitiendo eventos similares en su vida, que hacen que su sufrimiento sea cada vez más intenso, lo que los conduce tarde o temprano a saturarse de sufrir. Un momento en el que aceptan que no saben como manejar su vida, abren su mente y buscan información. Es cuando ¨el alumno está listo que el Maestro aparece¨ No hay ninguna vergüenza en cometer un error o en fracasar en algo. Solo una retroalimentación correcta sobre las causas nos permitirá aprovechar para mejorar. No crecemos esquivando errores, sino analizando sus causas y reconociendo las debilidades y limitaciones para buscar y poner remedio.

Hay que desarrollar la capacidad de ser lo suficientemente objetivos sobre nosotros mismos como para ser capaces de evitar asumir que probablemente nunca podríamos habernos creado problemas.  También hay que distinguir entre aceptar la responsabilidad y sancionarnos a nosotros mismos indebidamente. puedes esforzarte en limpiar tu mente, en cambiar tu interior, lo que produce cambios positivos en tu realidad. Asumir siempre es mejor que sufrir.


Fuentes: un poco de acá y de allá, de lo leído, de lo experimentado, de las enseñanzas de la vida y frases que quedan grabadas en la mente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas Gracias por Leer y dejar Tu Pensar y Sentir en Tu Comentario. ♥