sábado, 12 de mayo de 2018

El dolor y el sufrimiento



"El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional".
Buda

Todos conocemos esa frase, más de una vez la hemos usado tanto para ayudar a otros como a nosotros mismos.... pero...cómo diferenciar cuándo es dolor y cuándo sufrimiento? Porque si uno es inevitable lo sentiré de todas formas, pero si el sufrimiento es opcional es que elegimos tenerlo...


"El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional" decía Buda después de años de aprendizaje y meditación. ¿Es el sufrimiento realmente algo que podemos elegir?  
La palabra sufrir viene del verbo "sufferre" . "Ferre" quiere decir algo así como: llevar o soportar. Aquí podemos añadir: Llevar o soportar un peso, una mochila que duele. Tanto el sufrimiento como el dolor son parte de la vida, aunque en ocasiones sufrimos innecesariamente. La persona que en vez de responsabilizarse de lo que le pasa, juega a ser víctima y a estar resentida con la vida y con los demás. Esta posición de sufrimiento es manipuladora y no ayuda para estar mejor. 




El dolor y el sufrimiento son parte de la vida, pero en ocasiones, sufrimos innecesariamente.
Generalmente utilizamos dolor y sufrimiento como sinónimos.
Sin embargo, para poder manejarlos adecuadamente, es importante entender la diferencia.




A veces los utilizamos como sinónimos pero son cosas diferentes. El dolor es genuino, natural, legitimo y necesario para vivir y seguir aprendiendo y arriesgando cada día un poco. Surge en el instante en que somos heridos física o emocionalmente.
El dolor está presente en nuestra vida lo queramos o no. Normalmente el dolor se relaciona con una pérdida, con un duelo. Es una sensación que puede llegar a ser de corta duración si lo dejamos sentir adecuadamente. El dolor es proporcional a la pérdida que tuvimos. Puede comprender varias emociones como por ejemplo, la tristeza o la rabia.  




El sufrimiento en cambio, es una elección. Es la respuesta cognitivo-emocional, que tenemos ante un dolor físico o ante una situación dolorosa. Incluso a veces es una posición de vida. Una manera de mostrarse ante los demás. El sufrimiento puede durar toda la vida, aunque el hecho que lo provocó ya haya pasado. Ante el sufrimiento no solo intervienen emociones sino que también interviene los pensamientos, que pueden llegar a ser obsesivos.

Es un conjunto de emociones y pensamientos que se entrelazan, adquiriendo mucho más intensidad y duración que el dolor emocional.
De hecho, el sufrimiento puede durar indefinidamente, aunque la situación que lo provocó ya se haya solucionado.




Por ejemplo:
Hablamos de dolor emocional, cuando nos referimos a una profunda tristeza ante la pérdida de un ser querido.
Hablamos de sufrimiento, cuando dicha tristeza se convierte en una depresión que dura varios años y que generalmente involucra otros sentimientos (muchas veces inconscientes) de enojo, inseguridad, desesperanza, etc. y pensamientos como: "Es injusto", "no se lo merece", etc.

Sufrir es llevar un peso en la mochila durante demasiado tiempo, sin ni siquiera plantearnos la opción de ir aligerando esta carga, poco a poco. Sufrir es no querer mirar el dolor, querer evitarlo y instalarnos en lo "incómodo" como una forma de vida. 




Parece que el sufrimiento tiene mejor acogida en la sociedad que el dolor, ya que el dolor se trata de evitar a todo costa. Sufrir es más fácil que actuar, es más fácil que aceptar.

En el caso del sufrimiento, a pesar de que pueda parecer algo involuntario, también hay un beneficio oculto que es conveniente destapar para poder aprender a hacer algo diferente ante el dolor.

Estos podrían ser algunos de los "beneficios" que obtenemos de sufrir. Algunas personas abusan de estas posiciones y se quedan el víctimismo y en el resentimiento en lugar de responsabilizarse de lo que les está pasando. Es una posición que manipulación, tratamos de sacarle algún provecho o incluso creemos de forma errónea que sufrir nos concede derechos "especiales" o privilegiados. 

  • Negarme a vivir el dolor, defenderme del dolor
  • No responsabilizarme de mi dolor.
  • Buscar una persona que sea mi "salvador" y que me saque de mi sufrimiento
  • No aceptar la situación que me produce dolor. ¿Porqué a mi? 
  • Ser víctima y manipular a mi entorno a mi antojo.
  • Atraer al "público" para llamar la atención y sentirme querido.
  • Quedarme como estoy, en el pasado sin moverme hacia el futuro. 


“Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento”.

Para dejar de sufrir necesitamos. aceptar que estamos sufriendo, validar nuestro dolor y ver cuál es la ganancia secundaria que estamos obteniendo con ese sufrimiento y abrirte al dolor.

La diferencia entre dolor y sufrimiento, está cuando de ese dolor realizamos toda una trama de pensamientos negativos enredados, no sólo a partir del instante en que ocurrió la emergencia del dolor, sino que llevamos nuestra mente más allá intentando encontrar una respuesta que no cambia nada.

El sufrimiento no es otra cosa que la rumiación de ese dolor consustancial a la vida. 
Esa es la clave que puede reportarte la serenidad perdida.




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