¡DÉJALO SER!
0sho
...El ciclón se ha ido y ahora estarás centrado, centrado como nunca antes lo habías estado. Y una vez que conozcas el arte de permitir que las cosas sucedan, conocerás una de las llaves maestras que abren todas las puertas del interior. Así pues, cualquiera que sea el caso, permite que suceda; no lo evites.
Si al menos por tres meses puedes estar en completa soledad, en silencio total, sin pelear con nada, permitiendo que todo suceda, cualquier cosa que sea, al cabo de tres meses lo viejo se irá y lo nuevo estará ahí. Pero el secreto es permitir que suceda... no importa qué tan temeroso y doloroso sea, qué tan peligroso sea y tan parecido a la muerte.
Habrán muchos momentos en los que sentirás que te vas a volver loco si no haces algo, e involuntariamente empezarás a hacer algo. Puede que sepas que no hay nada que hacer, pero no tendrás el control y empezarás a hacer algo.
Es como si te estuvieras desplazando por una calle oscura en la noche, a media noche, y sientas miedo porque no hay nadie a tu alrededor y la noche está oscura y la calle te es desconocida así que empiezas a silbar. ¿Qué puede hacer el silbar? Sabes que no puede hacer nada. Entonces empiezas a entonar una canción. Sabes que nada puede hacerse con entonar una canción la oscuridad no puede disiparse, tú seguirás estando solo, pero aún así, esto distrae a la mente. Si comienzas a silbar, sólo con silbar te sientes confiado y olvidas la oscuridad. Tu mente se pone a silbar y empiezas a sentirte bien.
Nada ha sucedido. La calle es la misma, la oscuridad es la misma, el peligro, si existe alguno, está ahí, pero ahora te sientes más protegido. Todo está igual, pero ahora estás haciendo algo. Puedes empezar a entonar un nombre, un mantra: eso será como una especie de silbido. Te dará fuerza, pero esa fuerza es peligrosa, esa fuerza se convertirá de nuevo en un problema, pues esa fuerza va a ser tu antiguo ego. Lo estás reviviendo.
Sigue siendo un testigo y permite que cualquier cosa suceda.
El miedo se tiene que enfrentar para ir más allá de él.
La angustia tiene que ser enfrentada para poder trascenderla. Y cuanto más auténtico sea el encuentro, cuanto más se mire cara a cara, cuanto más veas las cosas como son, más pronto sucederá.
Lleva tiempo sólo porque tu autenticidad no es intensa.
Así que te puede llevar tres días, tres meses o tres vidas; depende de la intensidad. Realmente, tres minutos pueden también funcionar, tres segundos pueden también funcionar. Pero entonces tendrás que atravesar un tremendo infierno con tal intensidad que no podrás soportarlo, tolerarlo. Si uno puede enfrentar cualquier cosa que se encuentre escondida en uno mismo, entonces pasa, y cuando se ha ido eres diferente porque todo lo que te ha abandonado era parte de ti anteriormente y ahora ya no lo es
Así que no preguntes qué hacer. No hay necesidad de hacer nada. Sin hacer, siendo testigo, enfrentando sin esfuerzo cualquier cosa que esté ahí, sin hacer siquiera el más mínimo esfuerzo, sólo permitiendo que esté ahí...
Permanece pasivo y déjalo pasar. Siempre pasa. Cuando haces algo, eso mismo se convierte en el no hacer, porque entonces tú interfieres.
¿Y quién va a interferir? ¿Quién tiene miedo? Aquello que es la enfermedad, es quien va a interferir. El mismo ego que tiene que dejarse atrás va a interferir. Te dije que el ego es parte de la sociedad. Dejaste la sociedad pero no quieres dejar la parte que la sociedad te ha dado. Está arraigado en la sociedad; no puede vivir sin la sociedad. Así que tienes que dejarlo o tienes que crear una nueva sociedad en la que pueda vivir.
Estar en solitario no quiere decir crear una sociedad alternativa. Sólo apártate de la sociedad, y entonces cualquier cosa que la sociedad te ha dado te abandonará. Tendrás que soltarla. Será doloroso porque estás muy adaptado a ella, todo está tan arreglado. Está tan llena de comodidades a las que sólo hay que adaptarse, en donde todo es conveniente.
Cuando cambias y te manejas en solitario, estás dejando todas las comodidades, todas las conveniencias, todo lo que la sociedad puede darte y cuando la sociedad te da algo, también te quita algo: tu libertad, tu alma. Entonces se convierte en un intercambio, y cuando estás intentando llegar a tu alma en su pureza tienes que dejar de regatear.
Será doloroso, pero si puedes atravesarlo, la dicha suprema está cerca. La sociedad no es tan dolorosa como la soledad. La sociedad es tranquilizante, la sociedad es conveniente y cómoda, pero te proporciona una especie de sueño. Si te apartas de ella, las molestias van a estar ahí. Todo tipo de molestias estarán ahí. Estas molestias tienen que sufrirse en el entendido de que son parte de la soledad y parte de recuperarte a ti mismo.
Saldrás de ello sintiéndote nuevo, con una nueva gloria y dignidad, una nueva pureza e inocencia.
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