El Sentimiento Patriótico

Justo ahora que se viene el mundial de fútbol comienzan a exacerbarse los ánimos y cada uno corre a comprar banderas e insignias que lo representen según el país que pertenece, todos se vuelven  más patrióticos que nunca y esgrimen los colores de su bandera como un símbolo que los hace sentirse superior. Y en el mejor de los casos las peleas con los rivales solo terminan en insultos al país rival, burlas, cánticos ofensivos... sin entender que...

LA MASA FÁCIL DE MANIPULAR

El sentimiento patriótico ha sido inducido y utilizado por los dirigentes de naciones o pueblos a lo largo de los siglos para manipular a las masas fácilmente. Este amor patrio se imprime en las sociedades o colectivos con diferentes herramientas siendo las fronteras las que la delimitan físicamente y las banderas el instrumento identificativo más utilizado, aunque existen otros mecanismos de adoctrinamiento más sutiles que propician el afloramiento de esta clase de sentimientos.

El mundo actual está compuesto por múltiples culturas, religiones, ideologías, etc, pero son los países los que establecen la división más elemental de los pueblos soberanos donde frecuentemente conviven grupos étnicos y religiosos. Estos pueblos suelen tener una historia (con sus respectivas guerras), una cultura y un idioma en común, aunque existen excepciones.

A la patria los individuos se sienten ligados por vínculos afectivos entre otros, siendo este amor inconcreto el más difícil de entender para un corazón nómada como el mío. Tal vez por eso soy capaz de ver la trampa que representa.

Desde la primera infancia nos inculcan el amor por la patria en las escuelas, se nos cuenta las excelencias de nuestro país, obviando sus defectos casi siempre, se instala en nuestras mentes como un concepto positivo y aprendemos antes lo que nos diferencia de otros pueblos que lo que nos une como especie. Hacemos exámenes de historia donde debemos conocer las fechas de batallas supuestamente gloriosas y de las invasiones a otras culturas ignorando los genocidios cometidos, ya que algunas verdades son especialmente incomodas.

Nos enseñan lo orgullosos que estamos de las guerras que gano nuestro ejército y de las honrosas y heroicas derrotas sufridas, según los libros de texto, pues nuestro patriotismo es muy conveniente para el poder económico. Aprendemos nuestros ríos, nuestros montes, nuestras fronteras, nuestras provincias, nuestras lenguas, nuestros héroes, nuestros líderes, nuestros personajes célebres etc, y siempre lo nuestro, lo nuestro y lo nuestro. Después de este aprendizaje ya estamos preparados para conocer el resto del mundo.

 

UN ESCOLLO PARA LA HUMANIDAD

Este adoctrinamiento influye negativamente a la hora de alcanzar una conciencia colectiva a nivel global, ya que las mentes menos críticas pueden sentirse superiores a otros congéneres simplemente por su pertenencia a un país concreto, pero sobre todo constituye un peligro considerable ya que a veces desemboca en conductas tan indeseables como el racismo o el odio hacia los que no son como nosotros, en la intolerancia o en la barbarie. Hay numerosos ejemplos, siendo el nacional-socialismo de Hitler y su raza aria alemana uno de los episodios más vergonzantes de la humanidad.

En la actualidad en Europa están emergiendo de manera preocupante algunos movimientos nacionalistas que recuerdan al fascismo, ya no solo por su agresiva ideología radical y xenófoba, sino porque se exhiben esvásticas sin ningún pudor y otros símbolos que implican añoranza por la monstruosidad de aquel pasado horrendo. Y todo esto bajo un sentimiento patriótico desmedido, exagerado y desproporcionado que hace a ciertas personas fácilmente influenciables, víctimas idóneas de la deshumanización que supone aceptar este tipo de ideologías.

Las patrias siempre piden más de lo que dan y somos todos nosotros los que la sustentamos, no debemos por tanto fomentar la creencia de que la debemos amor eterno, más bien es al contrario, pues es el pueblo quien la hace funcionar y no los poderes económicos y políticos a los que estamos manteniendo. Las personas somos un mero instrumento de poder en manos de quienes dominan la sociedad, un utensilio imprescindible que hace funcionar la máquina financiera mundial que dirigen aquellos que no sienten amor por la patria, sino por el dinero y el poder sobre los demás.

GRUPO PEQUEÑO, CORTA VISIÓN

Es la necesidad humana de pertenecer a un grupo un recurso de manipulación y una trampa cognitiva, porque la pertenencia a un grupo pequeño y diferenciado nos impide la integración en un grupo único global: la especie humana. Ahora piensa de qué estás más orgulloso, ¿de ser ruso, americano, inglés, alemán, español o persona?, ¿por qué no lucimos orgullosos la bandera del planeta tierra?, ¿por qué no queremos pertenecer a un grupo más grande y poderoso capaz de combatir la injusticia? ¿Por qué no asumir al verdadero enemigo y aceptar que todos los habitantes del planeta somos víctimas de quienes ostentan el poder establecido? ¿Porque es más fácil odiar al diferente que despertar de nuestro letargo?

 

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