martes, 4 de marzo de 2014

Conéctate en la salud con el cuerpo


Tal vez ni siquiera sientas tu cuerpo; sucede que sólo cuando uno está enfermo siente su cuerpo.

Hay dolor de cabeza, entonces sientes la cabeza; sin el dolor de cabeza no hay contacto con la cabeza.
Hay dolor en la pierna y te vuelves consciente de ella.

Te vuelves consciente sólo cuando algo está mal.

Si todo está bien permaneces sin ninguna consciencia. Y en realidad ése es el momento en que debe hacerse el contacto, cuando todo está bien, porque cuando algo está mal entonces el contacto se establece con la enfermedad, con algo que está mal y donde ya no está la sensación de bienestar. Tienes una cabeza en este momento; luego viene el dolor de cabeza y estableces el contacto. ¡El contacto no se hace con la cabeza sino con el dolor! El contacto con la cabeza sólo es posible cuando no hay dolor y está llena de bienestar. Pero casi hemos perdido esa capacidad.

No tenemos ningún contacto cuando estamos bien, de manera que nuestro contacto sólo es una medida de emergencia. Hay dolor de cabeza: se necesita una reparación, se necesita un medicamento. Algo debe hacerse, de modo que se establece el contacto y se hace algo.

Trata de establecer el contacto con tu cuerpo cuando todo está bien. Acuéstate en el pasto, cierra los ojos y percibe la sensación que ocurre por dentro, el bienestar que burbujea en tu interior. Acuéstate en un río. El agua toca tu cuerpo y todas las células se refrescan. Siente por dentro cómo entra esa frescura, célula por célula, y penetra profundamente en el cuerpo.


El cuerpo es un gran fenómeno, uno de los milagros de la naturaleza. Siéntate bajo el sol. Deja que los rayos penetren el cuerpo. Siente la calidez mientras se mueve por dentro, entra más, toca tus células sanguíneas y llega hasta los huesos. El sol es vida, su fuente misma. Así, con los ojos cerrados, siente lo que pasa. Permanece alerta, observa y disfruta. Con el tiempo te harás consciente de una armonía muy sutil, una música muy hermosa que se da continuamente en tu interior.

Tienes contacto con el cuerpo; si no lo haces, estarás cargando un cuerpo muerto. Así que hay que tratar de ser cada vez más sensible con el cuerpo.
Escúchalo; dice muchas cosas, y estás tan orientado sólo a la cabeza que no lo escuchas.
Cuando hay un conflicto entre tu mente y tu cuerpo, el cuerpo casi siempre tendrá la razón más que tu mente. Porque el cuerpo es natural, la mente es social; el cuerpo pertenece a la vasta naturaleza y la mente pertenece a la sociedad, tu sociedad específica, la generación y la época.
El cuerpo tiene raíces profundas en la existencia y la mente sólo flota en la superficie. Pero siempre escuchamos a la mente, nunca al cuerpo. Debido a esa antigua costumbre se pierde el contacto.

Todo el cuerpo vibra en torno al centro del corazón, tal como el sistema solar se mueve alrededor del sol. Comenzamos a vivir cuando el corazón empezó a latir y moriremos cuando deje de hacerlo. El corazón sigue siendo el centro solar de tu cuerpo. Permanece alerta. Pero puedes llegar a estar alerta, con el tiempo, sólo si estás alerta a todo el cuerpo.

Estar en contacto con el cuerpo significa tener una profunda sensibilidad. 


Osho_Tónico para el Alma

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