martes, 4 de marzo de 2014

AMAR A LA FAMILIA

 AMAR A LA FAMILIA... SIN QUEDAR ATADO A ELLA


     Hemos oído muchas veces la expresión “miembro de la familia”, sin pararnos a pensar en la profundidad de estas palabras.  Si aceptamos ser sólo un miembro de nuestra familia, nuestras decisiones estarán destinadas  sólo a  servirla. 


   De entrada nos puede parecer que no somos en absoluto sirvientes de nuestras familias, pero si observamos con más detalle nuestro árbol genealógico, descubriremos que éste, en su sabiduría,  ha ido distribuyendo una serie de papeles que se complementan entre sí y que además se han ido repitiendo en su esencia a lo largo de las generaciones. Es normal no creerse esto, puesto que en nuestra educación ni se mencionó un hecho de tal relevancia, por eso es importante comprobarlo uno mismo, investigar entre sus familiares, vivos o fallecidos, interrogar a nuestros abuelos, tratar de desvelar secretos de familia… 

Si hacemos este estudio sin juicios hacia las personas, con verdadero espíritu científico, podremos llegar a entender el papel que hemos estado interpretando y su relación con el de los demás miembros de la familia. A partir de aquí, empezaremos a gozar de la libertad de seguir interpretándolo o cambiarlo.


    No nos debe preocupar abandonar nuestro papel, pues la propia sabiduría del árbol hará una nueva distribución de papeles para el resto de la familia en la que estará incluido el nuestro, si estima que éste sigue siendo importante para su supervivencia. 

    Abandonar un papel que ayuda a configurar a toda la familia tal como es, no significa que hemos dejado de amarla, la libertad nunca es incompatible con el amor, sino todo lo contrario. El problema normalmente surge de la interpretación que hagan del hecho  los demás miembros, pero  esto es una oportunidad para nuestra propia evolución como seres libres, ya que nos invita a adquirir un compromiso para alcanzar la cima de sentirnos los creadores de nuestra vida.

      Para poder dejar un papel antes tenemos que haber creado otro, pues los seres humanos nos relacionamos a través de ellos, es uno de los requisitos de nuestro ego. Ser más que un miembro de la familia implica todo un trabajo personal, en el que es imprescindible descubrir las alas de nuestra creatividad, porque son ellas precisamente las que nos van a permitir volar más allá de nuestro nido …  

    ¿Qué te parece ser más que un miembro de tu familia, poder volar a otros mundos y visitarla después con maravillosos regalos…? Después de todo,  ¿qué es un árbol sin pájaros…? 


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