viernes, 27 de enero de 2017

Milagros...




Este pequeño cuento es algo que siempre tenemos que tener presente, cuántas veces por querer ayudar a alguien terminamos haciéndole daño, y se intensifica más cuando hacemos las cosas sin esperar a que la persona nos lo pida. Si por querer ayudar a nacer a una mariposa cortamos el capullo esta nacerá mal y enseguida morirá, el esfuerzo que realiza con sus alas para poder salir es lo que la impulsará a volar, de otra forma sus alas serán débiles y no podrá hacerlo. Hay que ser muy cuidadosos antes de ayudar a alguien y primeramente preguntarle si desea ser ayudado o prefiere seguir así, y también si podemos, explicarle cuáles serán los cambios después de la transformación. Y esta historia me recordó una muy bonita que encontré en un libro que estoy leyendo y que se las comparto a continuación....


"Recuerdo una extraña historia que los cristianos han eliminado completamente de sus escrituras pero que, sin embargo, se conserva en la literatura sufí. Es una historia sufí acerca de Jesús. 


Jesús está llegando a una ciudad y justo en la entrada de esta, se encuentra con un hombre al que ya conocía de antes. Era un ciego al que había curado. El hombre iba siguiendo a una prostituta, entonces Jesús le para y le pregunta: «¿Te acuerdas de mí?». 
«Sí —le contestó—, ¡te recuerdo y no te perdonaré jamás! 
Cuando estaba ciego, era completamente feliz porque no conocía la belleza. Desde que me devolviste la vista, no sé qué hacer con estos ojos, no puedo evitar que se sientan atraídos por las mujeres hermosas.» 

Jesús no daba crédito... Se quedó atónito y sorprendido. «Yo creía que le había hecho un gran favor y, sin embargo, ;está enfadado! Me dice, "Hasta ahora nunca había pensado en las mujeres", ni siquiera sabía que existieran las prostitutas. Pero desde que me has devuelto la vista, me has fastidiado.» Jesús se va sin decir nada, no tiene nada que decir. 


Mientras avanza se encuentra a otro hombre completamente borracho, diciendo toda clase de incongruencias, tirado en el camino. Jesús le ayuda a levantarse y recuerda que a este le devolvió las piernas, pero ahora se siente un poco inseguro y le pregunta: «¿Te acuerdas de mí?». El hombre le responde: «Sí, me acuerdo, y por muy borracho que esté, no te voy a perdonar. Tú eres el que ha destrozado mi apacible vida. Cuando no tenía piernas, no podía ir a ningún sitio, era una persona tranquila, no peleaba, no apostaba ni iba de bares con los amigos. Desde que me diste las piernas no he encontrado un momento de paz ni tranquilidad. Voy tras una cosa y otra, y acabo cansado y borracho. Y fíjate lo que me está pasando. ¡Tú eres el responsable de mi situación! Antes de curarme, deberías haberme avisado de que surgirían todos estos problemas. Tú no me advertiste. Me curaste sin ni siquiera pedirme permiso». 


Jesús se sintió tan mal que se marchó de la ciudad y no quiso ir a ningún otro sitio: «Nunca sabes qué clase de personas te vas a encontrar». Pero al salir de la ciudad, vio a un hombre que intentaba ahorcarse en un árbol. «Espera —le dijo—, ¿qué estás haciendo?» 
«iOtra vez has vuelto! —respondió—. Estaba muerto y me has obligado a vivir de nuevo. Ahora no tengo trabajo, mi mujer me ha abandonado porque cree que soy un fantasma, y no cree que los muertos puedan resucitar. Nadie quiere estar conmigo. Mis amigos no me reconocen. Cuando voy a la ciudad, la gente no me mira. ¿Qué quieres que haga? Y ahora que me voy a ahorcar, apareces de 
nuevo! ¿Qué te he hecho? ¿Por qué no me dejas en paz? Ni siquiera me dejas ahorcarme. Cuando estaba muerto me resucitaste, y si me ahorco, me volverás a resucitar. ¡Tú estás empeñado en hacer milagros sin preocuparte por aquellos que tenemos que padecer las consecuencias!» 

Cuando escuché esta historia por primera vez, me encantó. Todos los cristianos deberían conocerla. 

No hay más que un milagro, el milagro de la meditación que te aleja de la mente. 


Y el corazón siempre te está dando la bienvenida. Siempre está dispuesto a indicarte el camino, a guiarte hacia tu ser. Y el ser es tu totalidad, tu bienestar supremo."



Osho "Creer en lo imposible antes del desayuno"
Imágenes de George RedHawk, artista ciego creador de maravillosos gifs animados
Música; Handel - Sarabande


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